Manhattan tiene una red de transporte público estupendo. Y barato, si compras la tarjeta adecuada. Pero nosotros preferimos andar. El día que visitamos Harlem empezamos en la calle 125st, subimos hasta la 135st, y acabamos bajando hasta la calle 5st. Aprovechamos además para visitar el barrio de la Columbia University, y atravesamos Central Park zigzagueando. Andando. Eso son más de cien calles.
Y por la noche, sentados ante nuestra pinta de Brooklyn, decidimos que en realidad Manhattan no es tan grande.